Descripción

¿Qué es la gayuba y para qué sirve?

La gayuba, o uva de oso, de nombre científico arctostaphylos uva-ursi, es una planta de arbusto, cuyos frutos tienen un color rojizo, muy similar al de la cereza. Asimismo, su origen aun se desconoce, puesto que hay quienes se lo adjudican a Europa; mientras que existen otros profesionales que se lo otorgan a Norteamérica.

En cuanto a su composición química, esta planta presenta principios activos heterópsidos fenólicos, como la arbutina (arbutósido) y metilarbutosido; que, a través del proceso de la hidrolisis, libera difenol, hace que este se oxide y origine hidroquinona, además de que posee una cantidad elevada de taninos gálicos. Por otra parte, también contiene ácido gálico y sirínico; y minerales como el hierro, selenio y el manganeso.

Usos de la gayuba

Esta planta forma parte de diversas áreas, las cuales son:

• El campo de la medicina: en la medicina artesanal se emplean las hojas secas, las cuales se utilizan tradicionalmente en el tratamiento de las infecciones que aparecen en las vías urinarias, puesto que uno de sus componentes elimina las bacterias que ocasionan estas infecciones.
• Gastronomía: el fruto obtenido de esta planta es comestible. La utilizan para preparar algunos alimentos y, aunque su sabor es bastante amargo, combinado puede ser una explosión de sabores. Por su parte, las hojas son utilizadas en infusiones y té.
• Área industrial: esta planta ha sido utilizada para aromatizar los tabacos clásicos, ya que contiene un aroma dulce, de hecho tienen efectos psicotrópicos, por lo cual en el tabaco puede generar estimulaciones agradables al consumidor.

Por tanto, gracias a que esta planta es bastante versátil, te recomendamos también utilizarla para fines aclarantes, ya que combate las manchas.

Contraindicaciones y efectos secundarios de la gayuba

Algunos componentes como la hidroquinona, presentan signos de toxicidad a largo plazo, por lo cual, los profesionales de la salud han recomendado limitar el tratamiento de la uva ursi a una semana y, máximo, cinco veces al año.

Mientras que los niños con edades menores de los 12 años y las mujeres en estado de gestación o lactancia, deben evitarla.